Mi diabetes y yo
Hoy varias personas se dignaron en decirme "feliz día" en alusión al Día Internacional de la Diabetes... muchas gracias, vale el saludo, pero yo no soy la diabetes personificada así como la Muerte que ataca a Homero y a Peter Griffin en ya clásicos capítulos de Los Simpsons y Padre de Familia... mucho me falta para eso, jeje.
El Día Internacional de la Diabetes fue gestado en 1991 por la Federación Internacional de Diabetes y la Organización Mundial de la Salud, y desde el año pasado la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobó la resolución que agregaba el 14 de Noviembre al calendario como el Día Internacional de la Diabetes y el Día Internacional de la Salud de las Naciones Unidas.
Tanto en 2007 como en 2008, la temática que abordó la campaña es la diabetes en niños y adolescentes. La diabetes es una de las enfermedades crónicas fatales más comunes en chicos. La diabetes tipo 1 crece a un ritmo de 3% anual en chicos y adolescentes, y en un alarmante 5% en niños menores de 6 años. Se estima que 70.000 chicos menores de 15 años desarrollan Diabetes 1 cada año (casi 200 chicos por día). Actualmente, 440.000 chicos conviven con diabetes 1 en el mundo. La diabetes 2, por su parte, está vista como una causa de muerte en adultos, pero hoy en día también está creciendo a ritmos vertiginosos en chicos y adolescentes.
Además de una enfermedad crónica que puede traer grandes complicaciones en caso de no ser tratada, la diabetes hoy en día está considerada una epidemia, debido al gran porcentaje de personas anual que la contraen.
Yo convivo con diabetes desde hace más seis años y medio, y me siento en gran parte afortunado porque tuve gente alrededor que me ayudó muchísimo a sobrellevarla desde el primer instante en que me enteré de lo que tenía. También me siento afortunado porque tengo la cobertura que necesito para poder realizarme cuatro o cinco mediciones de glucosa diarias, porque si me tengo que agarrar de la ley debería medirme una sola vez cada un día y medio, porque sólo te dan 200 tiras reactivas por año... una vergüenza.
Tengo la libertad para hacer lo que quiero, para comer lo que quiero y para vivir de manera normal: siempre con algún "líquido azucarado" cerca en caso de multitudes para evitar hipoglucemias (en recitales, eventos, demás) y siempre con mi riñonera con el medidor de glucosa, la insulina y las tiras reactivas a cuestas, pero no es gran trámite. Convivo con mi enfermedad de la mejor manera posible, dándome gustos y sin privarme de nada, creo que es la mejor manera de sobrellevarla.
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